REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA (1801-1927):
Periodo Imperialista Colonialista (1837-1901)
Victoria (1837-1901)
Farthing; 1861.
Bronce.
20,00 mm; 2,83 g.
Ceca: Londres, Reino Unido
En anverso, busto laureado de Victoria joven (2° retrato) a izquierda. En reverso, Britania c/yelmo sentada a der., sost. tridente y escudo de la Unión.
KM #747.2; Spink #3958; [VF-]
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, durante el Periodo del Colonialismo Formal Británico (1837–1901), encarnó el apogeo del imperialismo global bajo la corona de Victoria. A partir de su ascenso al trono en 1837, se impuso una visión del mundo jerárquica y civilizadora, justificando la expansión directa del dominio británico sobre vastos territorios en Asia, África y Oceanía. Este imperialismo formal significaba no solo presencia comercial o influencia política, sino el control administrativo, militar y cultural del territorio colonizado, bajo el estandarte de la misión civilizadora. Fue una época de construcciones coloniales como el Raj británico, la Confederación de Canadá o las guerras por África. Terminó con la muerte de la reina Victoria en 1901, dejando atrás un imperio extenso pero tenso, donde el orgullo colonial comenzaba a resquebrajarse ante el despertar nacionalista.
REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA (1801-1927):
Periodo Imperialista Colonialista (1837-1901)
Victoria (1837-1901)
Farthing; 1861.
Bronce.
20,00 mm; 2,83 g.
Ceca: Londres, Reino Unido
En anverso, busto laureado de Victoria joven (2° retrato) a izquierda. En reverso, Britania c/yelmo sentada a der., sost. tridente y escudo de la Unión.
KM #747.2; Spink #3958; [VF-]
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, durante el Periodo del Colonialismo Formal Británico (1837–1901), encarnó el apogeo del imperialismo global bajo la corona de Victoria. A partir de su ascenso al trono en 1837, se impuso una visión del mundo jerárquica y civilizadora, justificando la expansión directa del dominio británico sobre vastos territorios en Asia, África y Oceanía. Este imperialismo formal significaba no solo presencia comercial o influencia política, sino el control administrativo, militar y cultural del territorio colonizado, bajo el estandarte de la misión civilizadora. Fue una época de construcciones coloniales como el Raj británico, la Confederación de Canadá o las guerras por África. Terminó con la muerte de la reina Victoria en 1901, dejando atrás un imperio extenso pero tenso, donde el orgullo colonial comenzaba a resquebrajarse ante el despertar nacionalista.