REINO DE AFGANISTÁN:
_Monarquía Absoluta Restauradora (1929-1960)_
Muhammed Zahir Shah
(AH 1352-1393 / SH 1312-1352 / 1933-1973)
1/2 Afghani (50 Pul).
SH 1331 (1952).
Acero niquelado.
22,30 mm; 5,00 g.
KM #947; Acuñación cruda [VF]
**Crudísima emisión del reinado de Muhammed Zahir Shah (AH 1352-1393 / SH 1312-1352 / 1933-1973 d.C.). Una moneda del Afganistán de mediados de siglo, una época de oro para el país. Muy escasa y atractiva.**
Tras el derrocamiento de Amanullah Khan y el breve interludio de Habibullah Kalakani, se instauró en 1929 la Monarquía Absoluta Restauradora de Afganistán (1929–1960) bajo Mohammad Nadir Shah, quien devolvió al país un orden político tradicional basado en la autoridad real y las estructuras tribales. Este régimen consolidó un Estado fuertemente centralizado, donde el monarca y su entorno controlaban todos los aspectos del gobierno. Aunque se emprendieron algunas reformas administrativas y educativas, la modernización avanzó de manera prudente para evitar nuevas convulsiones. En política exterior, Afganistán mantuvo una neutralidad estratégica entre las potencias regionales y globales. Este largo período de estabilidad autoritaria preparó el terreno para la apertura constitucional de los años sesenta.
$13.500,00
Precio final: $12.150,00
REINO DE AFGANISTÁN:
_Monarquía Absoluta Restauradora (1929-1960)_
Muhammed Zahir Shah
(AH 1352-1393 / SH 1312-1352 / 1933-1973)
1/2 Afghani (50 Pul).
SH 1331 (1952).
Acero niquelado.
22,30 mm; 5,00 g.
KM #947; Acuñación cruda [VF]
**Crudísima emisión del reinado de Muhammed Zahir Shah (AH 1352-1393 / SH 1312-1352 / 1933-1973 d.C.). Una moneda del Afganistán de mediados de siglo, una época de oro para el país. Muy escasa y atractiva.**
Tras el derrocamiento de Amanullah Khan y el breve interludio de Habibullah Kalakani, se instauró en 1929 la Monarquía Absoluta Restauradora de Afganistán (1929–1960) bajo Mohammad Nadir Shah, quien devolvió al país un orden político tradicional basado en la autoridad real y las estructuras tribales. Este régimen consolidó un Estado fuertemente centralizado, donde el monarca y su entorno controlaban todos los aspectos del gobierno. Aunque se emprendieron algunas reformas administrativas y educativas, la modernización avanzó de manera prudente para evitar nuevas convulsiones. En política exterior, Afganistán mantuvo una neutralidad estratégica entre las potencias regionales y globales. Este largo período de estabilidad autoritaria preparó el terreno para la apertura constitucional de los años sesenta.