REVOLUCIÓN FRANCESA:

Primera República Francesa (1792-1804)


Asignado por 25 sols

Año 4 de la Libertad (4 de Enero de 1793)

Medidas: 60 x 97 mm.


Sello en seco y filigrana republicana.

Firma: Herve


Referencias: Lafaurie #150; Pick #A55 [VF-]



LOS "ASIGNADOS" DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA


En 1789 Francia estaba en bancarrota. El gobierno revolucionario, con la intención de equilibrar la economía, decidió confiscar las tierras de la Iglesia Católica y de otros enemigos de la Revolución. Todas esas fincas, terrenos y construcciones pasaron a ser “bienes nacionales”, pero se necesitaba transformarlos en dinero líquido.


Como iniciativa, se crearon unos bonos (los “assignats”) que debían servir para pagar esas tierras. A su vez, estos bonos, debían comprarse en moneda metálica. Dado que los particulares veían un buen negocio en ello (ya que originalmente los asignados reportaban un 5% de interés), las arcas del tesoro francés no tardaron el recibir grandes sumas de moneda metálica.


El problema fue que estos bonos, una vez que retornaban al tesoro, debían ser destruidos. ESO NO SE HIZO. Por el contrario, simultáneamente se emitieron más cantidades. Como no había prácticamente moneda circulante, estos bonos se convirtieron de facto en numerario corriente. La gente los usaba para pagar todo tipo de cosas. En poco tiempo, el valor comenzó a depreciarse. Para 1796, valían sólo un 8% del valor original.}


El Directorio, en febrero de ese año, quemó públicamente grandes cantidades de asignados, así como también, las planchas e imprentas que usaban para imprimirse.


Algunas curiosidades sobre los asignados franceses:


1)           Al principio, los asignados tenían el retrato del rey. Cuando Francia se proclamó República y se ejecutó a Luis XVI, el retrato real desapareció de los bonos. Sin embargo, aunque ya devaluados, en el exterior, valían algo más aquellos asignados “viejos” que tenían el retrato del rey, pues se especulaba que la monarquía podía volver.


2)           En la novela “El noventa y tres”, de Víctor Hugo, se da cuenta de la depreciación de estos bonos. Allí se menciona que un transeúnte de clase baja, cuando un asignado de 100 libras cayó al suelo, mencionó que no valía la pena agacharse a recogerlo.


3)           La tradición siempre dijo que Luis XVI, cuando huía disfrazado, fue descubierto gracias a su parecido con el retrato de una moneda. El testimonio contemporáneo, en realidad habla de un asignado de 50 libras. Teniendo en cuenta que en territorio francés prácticamente no circulaba moneda metálica por aquel momento, esta versión se muestra mucho más coherente.

Revolución Francesa - Asignado por 25 Sols (1793) - Firma: Herve - Pick #A55

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REVOLUCIÓN FRANCESA:

Primera República Francesa (1792-1804)


Asignado por 25 sols

Año 4 de la Libertad (4 de Enero de 1793)

Medidas: 60 x 97 mm.


Sello en seco y filigrana republicana.

Firma: Herve


Referencias: Lafaurie #150; Pick #A55 [VF-]



LOS "ASIGNADOS" DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA


En 1789 Francia estaba en bancarrota. El gobierno revolucionario, con la intención de equilibrar la economía, decidió confiscar las tierras de la Iglesia Católica y de otros enemigos de la Revolución. Todas esas fincas, terrenos y construcciones pasaron a ser “bienes nacionales”, pero se necesitaba transformarlos en dinero líquido.


Como iniciativa, se crearon unos bonos (los “assignats”) que debían servir para pagar esas tierras. A su vez, estos bonos, debían comprarse en moneda metálica. Dado que los particulares veían un buen negocio en ello (ya que originalmente los asignados reportaban un 5% de interés), las arcas del tesoro francés no tardaron el recibir grandes sumas de moneda metálica.


El problema fue que estos bonos, una vez que retornaban al tesoro, debían ser destruidos. ESO NO SE HIZO. Por el contrario, simultáneamente se emitieron más cantidades. Como no había prácticamente moneda circulante, estos bonos se convirtieron de facto en numerario corriente. La gente los usaba para pagar todo tipo de cosas. En poco tiempo, el valor comenzó a depreciarse. Para 1796, valían sólo un 8% del valor original.}


El Directorio, en febrero de ese año, quemó públicamente grandes cantidades de asignados, así como también, las planchas e imprentas que usaban para imprimirse.


Algunas curiosidades sobre los asignados franceses:


1)           Al principio, los asignados tenían el retrato del rey. Cuando Francia se proclamó República y se ejecutó a Luis XVI, el retrato real desapareció de los bonos. Sin embargo, aunque ya devaluados, en el exterior, valían algo más aquellos asignados “viejos” que tenían el retrato del rey, pues se especulaba que la monarquía podía volver.


2)           En la novela “El noventa y tres”, de Víctor Hugo, se da cuenta de la depreciación de estos bonos. Allí se menciona que un transeúnte de clase baja, cuando un asignado de 100 libras cayó al suelo, mencionó que no valía la pena agacharse a recogerlo.


3)           La tradición siempre dijo que Luis XVI, cuando huía disfrazado, fue descubierto gracias a su parecido con el retrato de una moneda. El testimonio contemporáneo, en realidad habla de un asignado de 50 libras. Teniendo en cuenta que en territorio francés prácticamente no circulaba moneda metálica por aquel momento, esta versión se muestra mucho más coherente.

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